1. La Facultad de Ingeniería otorgó la Medalla Liderazgo Anáhuac 2007 al Ing. Francisco Cayo Zapata Navarro (Ing. Ind., gen. ‘78). El reconocimiento fue entregado por el Director General de Promoción y Desarrollo de la Universidad Anáhuac, P. Gregorio López, L.C. y por Director de la Facultad de Ingeniería, Dr. Enrique Garza Escalante. Este reconocimiento se entrega a quien ha sabido ejercer con éxito el Liderazgo de Acción Positiva mediante su trayectoria humana y profesional.

2. El Dr. Gabriel Carmona, coordinador del Doctorado en Ingeniería Industrial del Centro de Alta Dirección en Ingeniería y Tecnología (CADIT), organizó el Día de Logística, en el cual se reúnen profesionistas del área para escuchar a expertos en software orientado a esa área de la ingeniería, sistemas de gestión de almacenes, sistemas de pronósticos de la planeación de la demanda, herramientas para la planeación de territorios y rutas de venta y distribución; así como la optimización de centros de distribución con tecnología de voz, la simulación de procesos logísticos, sistemas para la administración de procesos, herramientas para la administración de proyectos de una cadena de suministro y la tecnología logística en movimiento. Entre los ponentes se encontraban: Iván Fernández, de Net Logistiks; Armando González, director general de Sistemas y Pronósticos; Federico Tamayo, director regional de UPS; Pablo Muñiz, de Navteq; Marco Martínez, de Vocollect; Adán González, de Process Model Latinoamérica; Alejandro Arriaga, VP de Relaciones Comerciales de BPMS y BRMS; Guillermo Pérez, de C.A; y Jesús García, de DC Transport.

3. En un viaje extracurricular al estado de Veracruz, 31 alumnos de la Facultad de Ingeniería visitaron la Hidroeléctrica de Laguna Verde, la Administración Portuaria Integral (APIVER), las instalaciones de Hylsa-Ternyum y Fenaris y Tamsa (Tubos de Acero México S.A.) Fueron acompañados por los coordinadores Ing. Manuel Lara, Mtro. Jerry Reider, Dr. Maurice Levy, Mtra. Margarita Castro y el Director de la Facultad, Dr. Enrique Garza, junto con la egresada Mtra. Gabriela Méndez.

4. El Área de Mecatrónica anunció que ha obtenido los siguientes logros: La Dra. María Elena Sánchez, coordinadora del Área de Mecatrónica, publicó en el Journal of Physics and Chemistry of Solids, el artículo "Electrical and optical properties of Jäger-Nickel (II) Based Molecular- Material Thin Films Prepared by the Vacuum termal Evaporation Technique"; la revista Alianza Automotriz destacó en su publicación la calidad académica de la Licenciatura en Ingeniería Mecatrónica y en el periódico El Universal, en la sección Estilos, se reconocieron los proyectos Minibaja, Electratón y Robótica realizados por estudiantes de la Universidad Anáhuac para ser presentados en la Semana de Ingeniería 2007.

Las matemáticas y los números son "fríos" pero cuando los entendemos, interpretamos y palpamos su significado nos asombramos al descubrir hechos sorprendentes que siempre han estado allí para nosotros. Sólo que no habíamos sido capaces de conocerlos y entenderlos.

Por ejemplo, en la tabla de la edición anterior, donde se listan las distancias al horizonte en función de la altura a la cual se ubica el observador hay un renglón que, simple y llanamente, establece:

Bueno. Para poder responder a esa pregunta, tan simple pero a la vez profunda, necesitamos alguna referencia tangible contra la cual comparar y, así, encontrar un significado. La distancia entre dos localidades (llámense ciudades) sobre la superficie terrestre podría ser un buen patrón de medida.

Por ejemplo, es sabiduría común que la distancia entre la Ciudad de México y el Puerto de Veracruz es de aproximadamente 430 kilómetros. En forma semejante, de México a Acapulco la distancia, viajando sobre la Autopista del Sol, equivale a 375 kilómetros. Pero, es importante notar que dichas distancias corresponden a rutas terrestres; es decir, por carretera. Obviamente, las desviaciones normales para pasar por las ciudades intermedias importantes (Puebla, Orizaba, Córdoba cuando se va a Veracruz o, bien, Cuernavaca y Chilpancingo en la carretera a Acapulco) incrementan el recorrido. Así mismo, las curvas también contribuyen a engrosar el kilometraje.

¿Alguna vez se han preguntado a qué distancia estarían Veracruz y Acapulco si fuese posible trazar carreteras perfectamente rectas, sin ninguna desviación ni curvas?

Para responder a esa pregunta es necesario recurrir a la trigonometría esférica pues, entre otras cosas, no debemos olvidar que la Tierra es casi esférica. A decir verdad, este asunto es materia para una edición futura del ¡Checa Esto! De hecho, tales cálculos son requeridos por las líneas aéreas para el cálculo de las distancias y los tiempos de vuelo porque los aviones prácticamente no se desvían durante el vuelo de crucero ni necesitan ir tomando las curvas. Por el momento, nos basta con saber las distancias en "línea recta" México - Veracruz y México - Acapulco:

Para la obtención de las cifras anteriores se utilizaron las coordenadas geográficas de los aeropuertos respectivos pues se trata de información veraz, confiable y del dominio público^{[MEX][VER][ACA]}.

Comparando las distancias arriba dadas con la distancia al horizonte de 358 kilómetros invocada al inicio de esta edición podemos concluir que: si estuviéramos a bordo de un avión en pleno vuelo a 10 mil metros de altura sobre la Ciudad de México deberíamos poder ver hasta el Golfo de México por un lado y hasta el Océano Pacífico por el otro lado; literalmente una visión de costa a costa.

De hecho hay quienes afirman que, parados sobre la cumbre del Popocatépetl a 5452 metros de altitud, lograron ver hasta el Golfo de México. Yo, personalmente, he estado en dicho lugar varias veces y la verdad es que las nubes y la bruma no me permitieron apreciar semejante panorama. Pero SÍ se logra ver el Pico de Orizaba a 140 kilómetros hacia el oriente.

Más, sin embargo, el que normalmente no se pueda distinguir con claridad a tanta distancia no necesariamente implica que no sea posible. Simplemente sucede que nuestra atmósfera cercana al suelo (hasta 11 kilómetros de altitud) suele ser muy turbia. Veamos si no: a veces, mientras volamos en avión a la altura normal de crucero, vemos directamente hacia abajo a través de la ventanilla y, aún cuando no hayan nublados, la superficie se aprecia de un color azul grisáceo y aburrido. Difícilmente se logran ver carreteras, edificaciones y otros objetos de interés. Sólo las grandes ciudades destacan debido a su descomunal tamaño.

Pero, hagamos un ejercicio de visualización. Si en determinada situación, por azares del destino, la atmósfera sobre la parte central de la República Mexicana estuviera inusualmente transparente y cristalina, y, además, tocara en suerte que, en ese preciso momento, nos encontráramos a bordo de un avión a 10 mil metros sobre la Ciudad de México, es categóricamente cierto que alcanzaríamos a ver desde Veracruz hasta Acapulco.

En cierta ocasión tuve la oportunidad de viajar por la ruta México - Puerto Vallarta - San Francisco, California. En el vuelo de regreso, logré ver perfectamente el Valle de la Muerte (límites California, Arizona y Sonora) a más de 200 kilómetros de distancia hacia el oriente mientras el avión pasaba sobre la desembocadura del Río Colorado. Sucede que el aire allí es muy limpio por ser zona desértica.

Así, pues, en conclusión: Ver ó no ver - todo es cuestión de elevarse lo suficiente y de poner a funcionar la imaginación

Fin