Universidad Anáhuac

Imaginemos un avión muy avanzado, desde el punto de vista tecnológico, capaz de alcanzar alturas muy considerables. ¿En qué momento se podría decir que ya llegó el espacio? Tal como ya se presentó en un artículo previo de esta misma serie ¡Checa Esto!^[CHK-009], la respuesta no es sencilla porque, además de no estar claramente definido y ser nebuloso e inmaterial el límite de la atmósfera, éste depende en gran medida de una multitud de factores, tales como la actividad solar, que suelen variar significativamente.

Haciendo un recuento de los avances en materia aeroespacial, se puede afirmar que los primeros aparatos desarrollados por la tecnología humana en alcanzar el espacio fueron los proyectiles bomba V-2 originalmente desarrollados por los alemanes en 1943 para el bombardeo a distancia de las ciudades británicas durante la Segunda Guerra Mundial. Con base en un sistema de propulsión de combustible líquido – etanol 75% / agua 25% y oxígeno líquido – podía alcanzar una velocidad terminal de 5760 kilómetros por hora. La trayectoria de vuelo para la cual fueron diseñados lograba una altura máxima de 88 kilómetros y un rango de 320 kilómetros. Lanzado verticalmente, el V-2 podía ascender hasta los 206 kilómetros.

Sin embargo, hubo otras personas quienes, supuestamente, alcanzaron el espacio aún cuando desde un punto de vista estricto nunca lograron tal cometido.

Con los vuelos de prueba, efectuados en el avión experimental X-15 desarrollado por los norteamericanos a partir de 1959, el piloto Robert M. White alcanzó una altura de 95.9 kilómetros el 17 de julio de 1962. Por ello, le fueron concedidas, en forma inmerecida, las alas de astronauta por la fuerza aérea de aquel país. De manera un tanto arbitraria y errónea, esta agrupación estableció la altura de 80 kilómetros como el límite del espacio.

De los trece vuelos efectuados por el X-15 por encima del límite de 80 kilómetros, conforme la definición de la fuerza aérea, antes de ser retirado del servicio en 1968, solamente dos de ellos son pasibles de acreditarse como espaciales por parte de la FAI – Fédération Aéronautique Internationale, organismo internacional que definió oficialmente el límite del espacio a 100 kilómetros de altura. Tales vuelos fueron piloteados por el capitán de la fuerza aérea Joseph Albert Walker quien llegó a 105.9 kilómetros el 19 de julio de 1963 y a 107.8 kilómetros el 22 de agosto de 1963.

Vemos entonces que existen dos definiciones referentes al límite del espacio que entran en conflicto. Podríamos preguntar entonces: ¿Cuál es la efectiva? ¿A quién le hacemos caso?

Esto puede ser importante, además de polémico. Veamos: conforme a la definición oficial de la FAI el proyectil V-2 no llega al espacio cuando es lanzado sobre su trayectoria usual (altura de 88 kilómetros) pero sí lo logra muy ampliamente cuando despega verticalmente (altura de 206 kilómetros). Más recientemente, ante el retiro de la flota de Transbordadores Espaciales de la NASA y el surgimiento de empresas privadas ofreciendo vuelos espaciales en un futuro ya próximo para cubrir este segmento del mercado, este tema, de índole mercadológica, bien podría adquirir visos de legalidad dando lugar a demandas o diversos tipos de reclamaciones hasta ahora no conocidas por los sistemas legales vigentes.

El otorgamiento del llamado “Ansari X–Prize”, consistente en un premio de diez millones de dólares a la primera compañía privada en llegar al espacio, también se fundamentó sobre esta forma de medir el comienzo del espacio. Mojave Space Ventures, fundada por Paul Allen (socio capitalista de Microsoft Corporation) y Paul Rutan (diseñador aeronáutico de fama mundial), fue la empresa ganadora con su nave SpaceShipOne que alcanzó alturas de 100.124, 102.93 y 112.014 kilómetros los días 21 de junio, 29 de septiembre y 04 de octubre de 2004, respectivamente. Empero, vale aclarar que para asegurar estos logros hubo necesidad de invertir aproximadamente cien millones de dólares. Llegar al espacio no es fácil.

Ante el éxito inminente y la perspectiva del potencial de negocios, el 25 de septiembre de 2004 se conformó una sociedad entre Mojave Aerospace Ventures y Virgin Galactic, cuyo socio mayoritario es el tan connotado Sir Richard Branson. Los planes contemplados incluyen:

El desarrollo de la nave SpaceShipTwo, capaz de llevar a dos tripulantes y seis pasajeros en un vuelo suborbital hasta 110 kilómetros de altura. La experiencia completa habrá de durar dos horas y media pero la permanencia en el espacio, propiamente, se remonta a tan sólo unos pocos minutos. No obstante haberse ofrecido boletos anticipados a un costo de 200 mil dólares, cada uno, para 2011 ya estaban apartados 400 lugares. En otras palabras, llegar al espacio no es fácil pero definitivamente sí es un buen negocio cuando por fin se logra alcanzarlo.

Un proyecto más avanzado contemplado por esta sociedad– el SpaceShipThree –, aún en la fase de planeación, señala la posibilidad de ofrecer la transportación comercial de pasajeros en vuelos suborbitales. Un ejemplo típico de este servicio sería recorrer la llamada “Ruta Canguro” – 17 016 kilómetros, de Londres a Sydney volando sobre el continente eurasiático – en solamente dos horas.

La definición oficial de la FAI, referente a una altura de 100 kilómetros para el límite del espacio en nada se relaciona con el final de la atmósfera. Como ya se estableció en el citado artículo número 009 de esta misma serie ¡Checa Esto!, se considera que la exósfera, como capa superior de la envoltura gaseosa en torno a nuestro planeta, se extiende hasta los 1600 kilómetros sobre la superficie. De hecho, tanto los Transbordadores Espaciales como la Estación Espacial Internacional, además de las naves rusas Soyuz y Progress, orbitan en torno a la Tierra inmersas en el seno de la ionosfera a una altura promedio de 350 kilómetros, todavía dentro de la atmósfera pero ya habiendo alcanzado de manera franca e inequívoca el espacio.

Más bien, la definición oficial de la FAI se basa en un concepto físico muy concreto y perfectamente medible, más no se justifica como una “idea luminosa” de algún oficial de elevada graduación. La explicación referente a este concepto se debe a los trabajos de investigación realizados por el genial Theodore Von Kármán y en honor de quien se bautizó a este límite de 100 kilómetros como la “Línea de Von Kármán”.

En la próxima entrega de esta misma serie se presentará la definición teórica formal referente a este límite del espacio.

Continuará…

[CHK-009]: Reider, J.N. (18/agosto/2004). La estructura de la atmósfera terrestre y el borde del espacio exterior. México, D.F.: Facultad de Ingeniería. Universidad Anáhuac – México Norte. Serie ¡Checa-Esto! número 009.

La diferencia entre “aeronáutica” y “astronáutica”. Primera parte

¿En dónde está el comienzo del espacio?