Noviembre 2007

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Por Dr. Enrique Garza Escalante

 
 

Estimados Lectores,

El desarrollo de un país depende, en gran medida, de su infraestructura. Por infraestructura entendemos su red carretera y de vías férreas, su sistema portuario y aeroportuario, y el trazado urbano que permita el movimiento ágil de mercancías. Pero además, se requieren todos los servicios necesarios para permitir el uso en el tiempo de estos desarrollos. Pensar en reubicar centros urbanos, en proyectar nuevos asentamientos debe conllevar una planeación con visión que incorpore no sólo los crecimientos poblacionales sino también las incorporaciones de nuevas tecnologías. Por supuesto que enfrentamos un futuro incierto, pero si podemos estar preparados para enfrentar el cambio.

En un mundo económico, la viabilidad de todo lo expuesto en el párrafo anterior se traduce en inversiones que reditúan en poderes de compra posteriores, de allí la importancia de no tener visiones de corto plazo, sino más bien orientadas al mediano y largo plazo. Sin el ánimo de escribir un pasaje de Ciencia Ficción, imaginemos, en este ejercicio del cambio, como se tendrían que transformar nuestras viviendas y red carretera si desarrollásemos vehículos de transporte aéreo familiares... ¿Demasiado lejano? Quizás en tres o cuatro décadas más. La conectividad inalámbrica permite ya el contar con teclados que podemos manipular más libremente al no estar atados físicamente al CPU. ¿Es esto una señal de una próxima disminución en el consumo de cables en diversas industrias?

¿Podrán las energías alternativas reemplazar las fuentes fósiles que tradicionalmente hemos empleado? ¿Podremos generar más energía o quizás disminuir nuestros consumos con equipos más eficientes? La comparación puede ser burda, pero quién no recuerda que en el consumo de refrescos en la década de los ochenta el empaque utilizado era en su gran mayoría vidrio retornable ¿Qué pasó? ¿Cuándo cambiamos a pet y lata?

Mientras hablamos de todos estos desarrollos tecnológicos, no valdría la pena reflexionar, ahora que diciembre está en puerta, de ¿qué tan evolucionados estamos en el plano humano? Finalmente todo nuestro trabajo debiera ser para beneficio de la gente, la gente como el que escribe estás líneas y el amigo lector que está haciendo favor de leerlas ¿Qué opina el lector?

Cualquier comentario, favor de hacerlo llegar a egarza@anahuac.mx

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Liderazgo Anáhuac

 

Se funda la Cátedra Patrimonial Mexichem en Química Inorgánica en la Facultad de Ingeniería

El Rector de la Universidad Anáhuac, P. Jesús Quirce, L. C., y el Director de la Facultad de Ingeniería, Dr. Enrique Garza, presidieron la firma del convenio para la Cátedra Patrimonial Mexichem en Química Inorgánica, con la contratación de una prestigiada académica de tiempo completo de la Universidad Anáhuac: la Dra. María del Pilar Gutiérrez Amador, quien fue seleccionada por el Dr. Víctor Hugo del Valle, coordinador de la Licenciatura en Ingeniería Química para la Dirección. Mexichem se destaca como un grupo industrial de relevancia nacional e internacional en la ingeniería química. Entre los asistentes se encontraban alumnos, autoridades universitarias y el Director General de Mexichem, Ricardo Gutiérrez, y el Director General del Centro de Investigación y Desarrollo (CID), Juan Manuel Vargas.

Francisco Cabadas, Erick Jayme y Juan Pablo Rojas, alumnos de Ingeniería Industrial, en coautoría con la Mtra. Isis Castillo, coordinadora de la Especialidad en Manufactura y Logística del CADIT, y el Dr. Francisco Ruiz, docente de posgrado de Ingeniería e investigador del CINVESTAV, presentaron la investigación Simulation Modelling Analisis of the Logistics Strategy in a Telemedicine System for Isolated Communities in Mexico, en el Congreso Internacional Europeo EMSS2007 (XIX European Modelling and Simulation Symposium), en Berggegi, Italia.

El Dr. Viterbo Berberena, coordinador académico del Área de Análisis de Decisiones y del Diplomado Especialidad Ejecutiva en Minería de Datos, que ofrece en exclusiva el CADIT, fue el profesor designado para recibir a Gordon Linoff, co-fundador y director de Data Miner, quien asistió a dar una conferencia en la Facultad de Ingeniería, como parte del convenio de SAS Global y el CADIT. Linoff es reconocido como un gran especialista en las materias de minería de datos y data warehouse; es, además, autor de múltiples libros especializados, tales como: Data Mining Techniques for Marketing, Sales and Customer Relationship Management y Mastering Data Mining.

La Dra. María Elena Sánchez, coordinadora del Área de Mecatrónica y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, presidió la Primera Jornada de Mecatrónica, evento que contó con un ciclo de 8 conferencias, entre las que destacaron "El Rentímetro", "Taller de robótica móvil" y "Soldadura avanzada y automatización para frenar el cambio climático".

 

 

 

La Mtra. Adriana Hernández, coordinadora administrativa del CADIT, organizó un viaje a Morelia, Michoacán, con 3 becarias holandesas que participan en el Programa de Investigación del Instituto de Salud Pública de la Universidad Anáhuac para estudiar las diferencias y similitudes culturales entre Occidente y las culturas indígenas de la Nueva España que se manifiestan en la celebración del Día de Muertos.

La Sociedad de Alumnos de la Facultad de Ingeniería coordina el viaje académico de los alumnos con motivo de la invitación realizada por las autoridades del Canal de Panamá para que visiten plantas, obras y parques científicos. El viaje promueve el liderazgo de los alumnos en el extranjero, además de estrechar lazos de amistad y unión entre sus compañeros y las autoridades universitarias.

 

 

 

Con el compromiso de elevar la eficiencia en cursos de ciencia e ingeniería de materiales en las carreras de Ingeniería, la Coordinadora de Mecatrónica, Dra. María Elena Sánchez, participó en el 8o. Congreso Internacional y en el 11o. Congreso Nacional de Material Didáctico Innovador y Nuevas Tecnologías, realizados en la Universidad Autónoma Metropolitana. El tema principal fue el uso del pizarrón interactivo como una herramienta de mejora de la docencia universitaria mexicana.

La Coordinación Académica de la Licenciatura en Ingeniería Civil para la Dirección y la Comisión Nacional del Agua analizaron la problemática del agua en el valle de México. El Ing. Manuel Lara (Mtría. en Ing. Ind. Planeación Estratégica de la Tecnología, gen. ‘05) junto con el Ing. José Luis Luege Tamargo, titular de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), señalaron que el abasto de agua y el drenaje de la ciudad pueden padecer serios problemas en un futuro muy próximo, por lo que de manera conjunta se crean planes para crear conciencia en todas las instituciones de educación superior. Aliviar la conducción del drenaje de aguas negras y sus proyectos de plantas de tratamiento, así como construir una nueva línea de drenaje profundo, serían medidas óptimas para evitar posibles inundaciones en cada periodo de lluvia.

 

 

 

Las egresadas de la carrera de Ingeniería Industrial Gabriela Arana (gen. ‘07) y Carolina Rodríguez (gen. ‘00), en coautoría con la Mtra. Isis Castillo y el Dr. Francisco Ruiz, docentes de la Facultad de Ingeniería, presentaron el trabajo Simulation Modelling of a Manufacturing Vinyl Floor System to Improve Productivity and Quality, en el Congreso Internacional Europeo EMSS2007 (XIX European Modelling and Simulation Symposium), realizado en Berggegi, Italia.

La candidata a Doctora en Ingeniería Industrial, Maricarmen González Videgaray (Doctorado en Ingeniería Industrial, gen. ‘07), junto con el Dr. Jesús del Río, director de Apoyo a la Investigación de la Universidad Anáhuac, recibieron el Premio FIMPES 2007, en la categoría de Investigación, por el trabajo Alfabetización informacional en universitarios mexicanos: Diagnóstico preliminar y propuesta. Cabe destacar que obtuvieron también el segundo lugar en la categoría de Ensayo por Los profesores y estudiantes universitarios como usuarios calificados de la información.

El Ing. Ramón Laguia Sala (Ing. Industrial, gen. ‘82) labora desde 2004 en Eurotecsa, S.A., como gerente de Robótica y Automatización. Previamente fue director de Promoción en el Banco Scotiabank. Además, en la actualidad cursa el Diplomado en Planeación Logística Estratégica, en el Centro de Alta Dirección en Ingeniería y Tecnología.

 

 

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Por Dr. Gabriel Velasco

Envía tu solución o comentarios a la dirección del Dr. Gabriel Velasco Sotomayor: gvelasco@anahuac.mx con la leyenda de asunto "respuesta al reto intelectual"


Reto al Intelecto

Hay un puente que está a oscuras y debe ser cruzado por cuatro personas que tienen nada más una vela (o una linterna). Se supone que es imposible cruzar el puente a ciegas (en la oscuridad), y además el puente resiste cuando mucho 140 kg. Pues bien, resulta que cada persona pesa 70 kg, así que no pueden cruzar más de dos a la vez. La vela (o linterna) dura encendida exactamente 17 minutos, después de lo cual es imposible ver o caminar. Los tiempos que hacen las personas en cruzar el puente son, respectivamente (en minutos), 10, 5, 2 y 1 minuto. Si van dos personas juntas, harán obviamente el tiempo de la más lenta de las dos.

La pregunta es: ¿cómo se la pueden ingeniar para cruzar las cuatro personas en los 17 minutos que dura la luz de la linterna o de la vela? ¡Sí hay solución, aunque parezca que no! Está muy ingenioso, y no hay trampas ni nada.

Les enviaré la solución hasta enero del 2008

Envíen sus propuestas de solución a cualquiera de los buzones gvelasco@anahuac.mx o bien gabo.velasco@hotmail.com

 

 

 

 

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Por Mtro. Jerry Reider

El inicio de la Era Espacial:

Hace exactamente 50 años...

Viernes 04 de octubre de 1957...

Desde una ubicación ultrasecreta, en los remotos confines del Asia Central, la entonces Unión Soviética lleva a cabo una oscura pero trascendental maniobra la cual, una vez revelada públicamente, captura la primera plana a ocho columnas de todos los principales diarios en los cinco continentes.

La noticia, además de impactar a la opinión pública mundial, sacudiría conciencias, exacerbaría los sentimientos de paranoia en muchos mandatarios, así como en personalidades de alto nivel, y haría rodar cabezas. Habría de modificar el balance global de los principales actores geopolíticos y estimularía poderosamente la imaginación de incontables visionarios. Crearía un novedoso nicho de mercado y daría pie al nacimiento de muy numerosas vías de desarrollo tecnológico. Pero, lo más importante, el suceso en cuestión terminaría por introducir un cambio sumamente radical a nuestra civilización. Después ya nada sería igual en el devenir cotidiano de la Humanidad.

Desde los albores del siglo XX, los trabajos teóricos de Konstantin E. Tsiolkovsky en Rusia, Herman J. Oberth en Alemania y Robert H. Goddard en los Estados Unidos de Norteamérica establecieron la posibilidad de colocar objetos en órbita alrededor de la Tierra. A estos objetos se les denominó satélites artificiales para distinguirlos de los satélites naturales, tales como nuestra Luna.

Los significativos avances tecnológicos en materia de aviación, cohetes, combustibles, materiales, electrónica, sistemas de control y automatización, comunicaciones e informática derivados del esfuerzo bélico durante la Segunda Guerra Mundial permitieron disponer de los elementos necesarios para poner en práctica las teorías antes mencionadas. Destaca muy particularmente el proyectil balístico V-2 desarrollado por el equipo alemán dirigido por Wehrner Von Braun. El abundante financiamiento otorgado por el gobierno del Tercer Reich a efecto de lograr un arma capaz de modificar el curso de la guerra no redundó en una victoria alemana pero sí en una extraordinaria hazaña tecnológica que pudo ser eventualmente aprovechada tanto por los norteamericanos como por los soviéticos. La captura de estos científicos alemanes en abril y mayo de 1945 constituyó un auténtico botín de guerra.

Empero, el rabioso nacionalismo norteamericano y el recelo en contra de los alemanes durante los años de la posguerra en los Estados Unidos relegaron a Von Braun y su equipo a un rol más bien pasivo pues sólo se le estuvo aprovechando para la transferencia de tecnología pero se le impedía participar activamente en los trabajos de desarrollo. De tal forma, hacia 1946 surgieron numerosos proyectos auspiciados tanto por la industria privada como por los diversos órganos de las fuerzas armadas norteamericanas tendientes a desarrollar misiles balísticos intercontinentales -ahora conocidos por sus siglas ICBM. La prioridad obvia era perfeccionar las armas de destrucción masiva y no el lanzamiento de satélites. Pero dado que las bombas nucleares de aquel entonces pesaban varias toneladas, no existía ninguna posibilidad todavía para desarrollar un vehículo lanzador con las especificaciones requeridas.

Entre tanto, algo semejante sucedía en la Unión Soviética. Con base en la experiencia y los conocimientos de Helmut Groettrup, el otrora asistente de Von Braun, se llevaron a cabo investigaciones para el desarrollo de proyectiles balísticos. Todo esto culminó con el diseño del prototipo R-3 a cargo de Sergei Korolev. Esta versión de cohete también contaba con la capacidad para colocar en órbita satélites ligeros pero no así bombas atómicas por lo cual el gobierno de José Stalin ordenó detener su desarrollo.

Así que, para 1949, ambas potencias abandonaron la posibilidad de llegar al espacio. Lo irónico de todo esto radica en la noción que la Humanidad ya tenía a la mano la posibilidad de lanzar satélites artificiales desde finales de la década de los cuarentas. Fue la falta de visión de quienes toman las decisiones estratégicas la causante de diez años de retraso.

Para el año de 1952, tanto los Estados Unidos como la Unión Soviética ya hubieron asimilado totalmente e, incluso, mejorado la tecnología alemana básica subyacente al proyectil V-2. Por consiguiente, cada cual se abocó a la tarea de perseguir sus desarrollos propios.

Apoyado por el ejército de los Estados Unidos, Von Braun diseñó la familia Redstone de cohetes. En la Unión Soviética surgió el cohete R-5 con la capacidad para transportar una bomba convencional (no nuclear) pero cargada con material radiológico convirtiéndola en una horrenda arma de las denominadas "sucias". Posteriormente, con el decremento de tamaño y masa de las armas atómicas debido a los experimentos nucleares en la década de los cincuentas, en Estados Unidos se desarrolló la familia Atlas de cohetes, mientras que los Soviéticos implantaron la familia R-7. Ambos vehículos lanzadores ya contaban con la capacidad suborbital; es decir, podían hacer entrega de una ojiva con un par de toneladas de masa a una distancia de aproximadamente ocho mil kilómetros.

Cabe señalar que todos los desarrollos arriba mencionados probaron ser sumamente robustos y confiables. Baste decir que con un cohete del tipo R-7 especialmente adaptado la Unión Soviética lanzó la primera misión orbital tripulada de la historia con Yuri A. Gagarin en su nave Vostok el 12 de abril de 1961. El 05 de mayo de 1961, los Estados Unidos respondieron lanzando a Alan B. Sheppard a un vuelo suborbital en una cápsula Mercurio con la ayuda de un cohete Redstone. Así mismo, para la primera misión orbital tripulada norteamericana con John H. Glenn a bordo de otra cápsula Mercurio el 20 de febrero de 1962, se empleó un cohete Atlas similar a los almacenados en los silos del Comando Estratégico en espera de ser lanzados para destruir a la Unión Soviética con un ataque nuclear masivo durante la década de los sesentas.

Ya para 1955, con la Guerra Fría en su punto más álgido, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos determinó que los avances en materia de proyectiles terminarían por convertir al avión espía
U-2, así como a su sucesor el SR-71 Blackbird, en maquinaria inútil. Resultaría más conveniente el lanzamiento de satélites para llevar a cabo las labores de reconocimiento y de inteligencia militar desde el espacio. Pero, la ignorancia en cuanto a un dato preciso referente a "dónde termina el espacio aéreo de un país y comienza el espacio exterior", así como las implicaciones legales asociadas, mantuvieron en espera la decisión ejecutiva por parte de la administración del presidente Dwight D. Eisenhower. Hubieron de transcurrir muchos años más para que en el año de 1987 la Federación Astronáutica Internacional (FAI por sus siglas en francés) definiera formalmente una altura de cien kilómetros sobre la superficie terrestre, en la llamada línea de Von Karman, como aquella que permite establecer la distinción entre aeronáutica y astronáutica.

Independientemente de las consideraciones anteriores, los Estados Unidos de Norteamérica estaban perdiendo un tiempo precioso no obstante ya contar con los adelantos tecnológicos necesarios para colocar satélites en órbita. En 1956 el equipo de Wehrner Von Braun propuso el Proyecto Orbitador. Éste consistía en un esquema con base en el cohete Redstone, aprovechando equipo ya existente y probado. Claramente era la opción más económica y con el menor riesgo. El 20 de septiembre de 1956 se hizo el primer lanzamiento de la serie Júpiter-C de cohetes Redstone. Fue exitoso al grado que podría haber entrado en órbita, excepto que el Pentágono giró órdenes estrictas para sustituir una masa inerte en lugar de la cuarta etapa activa. Otras pruebas posteriores fueron igual de exitosas pero todas ellas limitadas en su alcance de manera intencional por las altas autoridades de ese país.

Con la proximidad del Año Geofísico Internacional, a celebrarse entre julio de 1957 y diciembre de 1958, el gobierno norteamericano hubo designado a un comité científico desde el 26 de mayo de 1955. Las personalidades quienes lo integraban, en abierto desprecio al origen alemán de Von Braun, manifestaron una obvia preferencia hacia la propuesta presentada por la Marina con su sistema Vanguard de cohete y satélite, totalmente novedosos pero que aún no habían sido probados. En este sentido, la miopía y las ideas nacionalistas extremas por parte de los dirigentes terminarían constándole muy caro a los Estados Unidos.

Mientras tanto, el proyecto Vanguard continuaba entrampado. Los costos, estimados originalmente en doce millones de dólares, ya rebasaban los cien millones y todavía no se veía claro hasta dónde llegaría y si acaso funcionaría. Su cancelación era inminente. Curiosamente, la CIA transfería fondos de manera encubierta desde los programas militares hacia el programa "civil" de Von Braun a quien ya se le había prohibido expresamente poner satélites en órbita, no obstante ser perfectamente capaz de lograr dicho cometido en pocas semanas y a un costo de cinco millones de dólares. Aún cuando los Estados Unidos no consideraban de importancia vital el ser los primeros en el espacio, la CIA pronosticaba una inmensa ventaja propagandística en favor del ganador de esta carrera. La historia demuestra que se quedaron muy cortos con su predicción.

El Año Geofísico Internacional (IGY por sus siglas en inglés), anunciado para 1957-1958, fue un grandioso esfuerzo en favor de la Ciencia. Prácticamente no se sabía nada acerca de la región ubicada por encima de la atmósfera, de manera que la posibilidad de lanzar satélites para conducir estudios del ambiente espacial era la forma idónea de asegurar avances muy significativos en el conocimiento. Felizmente, el IGY tendría lugar dentro del mismo lapso de tiempo durante el cual se esperaban ya los primeros lanzamientos de los proyectiles ICBM.

En la Unión Soviética los primeros estudios formales referentes a la puesta en órbita de satélites comenzaron el 26 de mayo de 1954, exactamente un año antes que en los Estados Unidos. En esa fecha el grupo perteneciente a la oficina a cargo de Sergei Korolev liderado por Mikhail Tikhonravov y el joven ingeniero Konstantin Feoktistov, se dio a la tarea de investigar las distintas opciones para aprovechar el cohete R-7, ya existente y capaz de colocar hasta 1500 kilogramos en órbita. No obstante, las esferas directivas de la Unión Soviética deseaban asegurar que el programa satelital no interfiriera con la actividad relativa al desarrollo de proyectiles balísticos para aplicación militar. Por ende, se estudiaron diversas opciones.

El concepto original ideado por el equipo soviético se centraba en torno al satélite científico designado como ISZ. Se trataba de un aparato con 1327 kilogramos de masa y dotado con numerosos experimentos. Con el propósito de contar con las instalaciones adecuadas para lanzarlo a bordo de un vehículo R-7, se aprobó la construcción del enorme cosmódromo de Baikonur en la región de Kazakhstan, sita en el Asia Central a 200 kilómetros al oriente del Mar de Aral, así como de la red de estaciones terrenas para el seguimiento de la misión. Durante el año de 1956 la construcción de estas instalaciones prosiguió a un ritmo febril e implicando gastos billonarios.

Eventualmente, la dirigencia se percató que el ISZ no estaría listo a tiempo para su lanzamiento dentro del IGY ni para celebrar el centésimo aniversario del natalicio de Konstantin E. Tsiolkovsky el 17 de septiembre de 1957. Por ello, Korolev decidió cambiar el enfoque hacia el diseño de satélites muy simples y con una agenda sumamente ágil. Así, en febrero de 1957 se aprobó el plan para la producción del Sputnik 1 y del Sputnik 2. A su vez, el ISZ sería eventualmente lanzado con éxito el 15 de mayo de 1958 como el Sputnik 3.

La palabra Sputnik (del ruso "???????-1" - compañero de viaje) se adoptó para designar a toda la primera serie de satélites artificiales puesta en órbita por la Unión Soviética durante los primeros años de la Era Espacial. Posteriormente le siguió la serie Cosmos.

Específicamente, el Sputnik 1 tenía la forma de una esfera de aluminio pulido de dos milímetros de espesor, con 58.5 centímetros de diámetro y 83.6 kilogramos de masa. A través de su superficie surgían cuatro antenas de tipo látigo con longitudes de 2.4 a 2.9 metros, colocadas sobre el "ecuador" de la esfera y orientadas en un ángulo de 35 grados con respecto al plano tangente. Esta forma esférica con cuatro antenas habría de convertirse en un verdadero símbolo icónico de la Era Espacial, merecedora de un reconocimiento inmediato por parte de cualquier persona, incluso hasta nuestros días.

En el interior del Sputnik 1 se alojaban dos transmisores de radio; uno sintonizado a la frecuencia de 20.005 megahertz y el otro a la frecuencia de 40.002 megahertz, emitiendo ráfagas periódicas y alternadas cada tres décimas de segundo. De tal suerte, cualquier estación receptora o de radioaficionado podría captar el clásico "beep - beep" para darle seguimiento y confirmar su puesta en órbita. En su propagación, estas mismas señales radiales aportarían información sobre la densidad de electrones libres y la estructura de la ionosfera. En estos beeps viajaba codificada la información referente a la temperatura y la presión en el interior para indicar si el satélite resultaba perforado por un micrometeorito.

Así las cosas, mientras los norteamericanos seguían batallando con su Vanguard, los soviéticos sacaron el primer R-7 a la plataforma el 05 de mayo de 1957 y lo lanzaron diez días después. Mantuvo vuelo durante 98 segundos hasta que se destruyó. La segunda y tercera pruebas también fallaron. Pero, finalmente, el 21 de agosto de 1957, el cuarto prototipo de R-7 realizó un vuelo completo, sin problemas. Cinco días más tarde, el 26 de agosto de 1957, la agencia de prensa soviética TASS informó al mundo sobre este evento. Todo estaba listo, pero ni así reaccionaron los norteamericanos siendo que fácilmente podían haber ganado la primicia.

Siendo exactamente las 19 horas con 28 minutos y 34 segundos de la hora universal UTC (22 horas con 28 minutos y 34 segundos, tiempo de Moscú; 13 horas con 28 minutos y 34 segundos, tiempo del centro de México) del viernes 04 de octubre de 1957, los cinco motores del cohete R-7 fueron encendidos. Con sus 398 toneladas de fuerza impulsora, el cohete ascendió suavemente describiendo un arco en el firmamento y llevando al Sputnik 1 al espacio. Aún cuando se presentaron algunos inconvenientes menores durante la maniobra de inserción orbital, todo prosiguió adecuadamente de manera que, para el instante T + 324.5 segundos, el Sputnik 1 quedó ubicado en una órbita a 65.1 grados de inclinación con respecto al plano ecuatorial, perigeo de 215 kilómetros, apogeo de 939 kilómetros y período de 96.2 minutos.

La Era Espacial había comenzado...

Muy prudentemente, Korolev esperó a que el Sputnik 1completara una órbita antes de informar al premier Nikita Krushchev. Inmenso fue el júbilo en la Unión Soviética. El sábado 05 de octubre, el mundo amaneció con la gran noticia. Por doquier fue profundo el asombro, excepto en los Estados Unidos. Ahí todo fue tristeza, decepción, frustración, rabia e, incluso, pánico. Si los rusos podían poner un satélite en el espacio, al rato pondrían bombas atómicas para arrojarlas sobre nuestras cabezas cuando así lo deseen.

Pero, peor todavía, puesto que a la injuria le fue añadido el insulto. El 03 de noviembre de 1957, a escaso un mes del éxito del Sputnik 1, fue lanzado el Sputnik 2 con sus 508 kilogramos de masa y la perrita Laika a bordo haciéndola el primer ser viviente en ingresar al espacio y a las filas de la historia. De tal suerte, motivados por la desesperación, los norteamericanos ensamblaron un presuroso intento para lanzar el Vanguard para el día 06 de diciembre de 1957.

Llegado el fatídico día, estaban las cámaras de televisión transmitiendo en vivo y en cadena nacional la imagen del cohete sobre la plataforma de lanzamiento. Encienden los motores, el cohete comienza a ascender y a los pocos metros de altura, pierde potencia y se precipita de regreso a tierra cayendo de nuevo sobre la base y explotando en una espectacular bola de fuego. Todo el mundo fue testigo de la horrible pifia. La moral de los Estados Unidos, un país supuestamente al frente de la Unión Soviética en materia de cohetes y misiles, estaba por los suelos.

De inmediato comenzó la búsqueda de culpables. El senador Lyndon B. Johnson inició de inmediato una investigación para determinar la razón por la cual se mantuvo a Von Braun al margen. Tras muchos despidos, renuncias, pérdidas de rango y demás consecuencias, se autorizó que su grupo realizara el lanzamiento correspondiente.

A las 03 horas con 48 minutos, tiempo universal UTC, del 01 de febrero de 1958 (22 horas con 48 minutos, tiempo del este, del 31 de enero), un cohete Redstone Júpiter-C especialmente adaptado puso en órbita al satélite Explorer 1, cuya masa era de 13.9703 kilogramos, en una órbita con inclinación de 33.24 grados, perigeo de 358 kilómetros, apogeo de 2550 kilómetros y período de 114.8 minutos. La contribución de este satélite al IGY fue sumamente valiosa porque permitió deducir la existencia de los cinturones de radiación de Van Allen (en honor de James Van Allen, físico de la Universidad de Iowa quien sugirió dotar a los satélites de un contador Geiger) y cambiar para siempre nuestra romántica visión del espacio como un "sitio tranquilo".

Tras una falla adicional del Vanguard el 05 de febrero de 1958, se pudo lanzar exitosamente a un satélite de esta serie el 17 de marzo del mismo año. Esta vez se pasaron de bien hechos porque con la órbita a un perigeo de 654 kilómetros y un apogeo de 3969 kilómetros el efecto de arrastre aerodinámico por parte de las capas atmosféricas superiores es casi despreciable. Prácticamente todos los satélites de la serie Sputnik duraron aproximadamente un año en órbita antes de que ésta decayera gradualmente y precipitara al objeto de regreso a la Tierra. En cambio, el Vanguard aún sigue en órbita (aunque inactivo) y continuará así otros 240 años. Al 28 de junio de 2007 había completado aproximadamente 193 mil revoluciones en torno a nuestro planeta.

Por su parte, el senador Johnson, ya como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, continuó con la promesa hecha por el presidente John F. Kennedy al Congreso de ese país el 25 de mayo de 1961, tras haber perdido la carrera (otra vez) para poner al primer hombre en el espacio.

Con el apoyo incondicional que le fuera brindado por el presidente Johnson, el equipo de Von Braun revirtió la ventaja soviética y puso al primer hombre en la Luna el 20 de julio de 1969.

Otras consecuencias derivadas de la crisis desatada por el lanzamiento del Sputnik 1 en los Estados Unidos de Norteamérica se manifestaron en la forma de acciones como:

· Al segundo día de la misión del Sputnik 1, los expertos en computación y en astronomía de la Universidad de Illinois en Urbana aplicaron el supercomputador ILLIAC al cálculo exacto de la órbita. Con ello se desmintió el rumor de que este satélite era parte de una conspiración soviética para dominar al mundo.

· El 29 de julio de 1958, el presidente Eisenhower firmó el National Aeronautics and Space Act con base en el cual se creo la NASA y se puso en marcha el proyecto Mercurio de misiones espaciales tripuladas.

· Creación de la agencia DARPA del Departamento de la Defensa de los Estados Unidos para proyectos avanzados.

· Aumento muy notable de los montos para financiamiento de los programas de investigación científica.

· Puesta en marcha el programa de los misiles Polaris basados en la flota norteamericana de submarinos.

· La decisión por parte del presidente Kennedy para desplegar 1000 misiles Minuteman y cerrar así la supuesta brecha estratégica con la Unión Soviética. Fue una reacción excesiva porque, en realidad, no existía tal ventaja soviética.

Con el lanzamiento del Sputnik 1 aquel viernes 04 de octubre de 1957, hace exactamente 50 años, la Comunidad Humana dio el primer paso para convertirse en una auténtica Raza Cósmica. Pero las motivaciones entonces fueron de índole nacionalista y tendiente a demostrar la superioridad de determinado esquema político e ideológico o, bien, buscar métodos más efectivos para hacer la guerra y romperle la cabeza al vecino.

Lo cierto es que el programa espacial, con sus enormes complejidades y costos, no es una empresa al alcance de países individuales pues ninguna economía nacional la soportaría. Por ello, a pesar de su impresionante éxito, los Estados Unidos decidieron suspender las misiones lunares en 1972. Almacenaron los cohetes de la serie Saturno diseñados por Von Braun y a él lo empujaron al retiro y al olvido.

Para que seamos capaces de llegar al espacio se requiere de un genuino esfuerzo por parte de la Humanidad en su conjunto global. Solo así, unidos y despojándonos de nuestras limitaciones absurdas podremos dar el segundo paso hacia el Universo que está ahí, esperándonos, y que Dios ha puesto para nosotros.


Este texto fue adaptado y compilado con base en las referencias listadas a continuación:

[ASTRO]:    Encyclopedia Astronautica / Wade, M. (2007); “Sputnik Plus 50”;
http://www.astronautix.com/articles/splus50.htm

[BAIKO]:     Wikipedia, the free encyclopedia (2007); “Baikonur Cosmodrome
http://en.wikipedia.org/wiki/Baikonur_Cosmodrome

[IGYEAR]:   Wikipedia, the free encyclopedia (2007); “International Geophysical Year”;
http://en.wikipedia.org/wiki/International_Geophysical_Year

[LAFLR]:     Lafleur, C. (2006); “Spacecrafts launched in 1957”; Claude Lafleur’s Spacecraft Encyclopedia;
Science Presse;
http://claudelafleur.qc.ca/Spacecrafts-1957.html

[R-7SMR]:   Wikipedia, the free encyclopedia (2007); “R–7 Semyorka;
http://en.wikipedia.org/wiki/R-7_Semyorka

[SPU–1]:     Wikipedia, the free encyclopedia (2007); “Sputnik 1”;
http://en.wikipedia.org/wiki/Sputnik_1

[SPUCR]:         Wikipedia, the free encyclopedia (2007); “Sputnik crisis”;
http://en.wikipedia.org/wiki/Sputnik_crisis







 

 

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Reporte Especial: Jornadas de Mecatrónica

CONFERENCIA: SISTEMAS PARAMÉTRICOS PARA DISEÑO Y MANUFACTURA ASISTIDOS POR COMPUTADORA.
IMPARTIDA POR: DIS. ISMAEL MEIXUEIRO

Mostrando la actualidad del diseño por computadora, el diseñador Meixuiero realizó el diseño de una pieza en el software de moda en la industria: ProEngineer.

Este paquete es un simulador de ingeniería completo ya que abarca desde el diseño de la pieza en tres dimensiones, realización de procesos de manufactura y simulación de estos, además de cálculo de esfuerzos, resistencia de materiales y ensamblado y simulación de funcionamiento.

En una conferencia, donde en su mayoría, asistieron alumnos interesados en la especialización de mecatrónica automotriz que pudieron tener su primer contacto con el software que se impartirá en la asignatura de Diseño avanzado por computadora de esta misma especialización que será impartida por el conferencista.

CONFERENCIA: RENTÍMETRO
IMPARTIDA POR: ING. GUILLERMO HIJAR

Aplicando la mecánica a la economía surge el rentímetro. El rentímetro es un mecanismo que a través de variables mecánicas permite obtener cálculos financieros.

En su funcionamiento, se exploran las relaciones entre el valor generado en los productos y servicios suministrados a la clientela de un negocio y la rentabilidad para el inversionista; se analizan las formas de multiplicar el valor a través de rotores y palancas; además se estudia la interacción de estos conceptos con los indicadores de rentabilidad y se estiman los riesgos financieros incurridos durante el proceso de agregar valor.

En una concurrida conferencia el Ing. Hijar mostró que la mecánica no esta del todo destinada a la ingeniería sino que con habilidad e ingenio se puede aplicar a diversos campos.

 

CONFERENCIA: AUTOMATIZACIÓN PARA FRENAR EL CAMBIO CLIMÁTICO
IMPARTIDA POR: ING. ADRÍAN LIMÓN

El control es una base muy importante para la eficiencia energética. Es la síntesis de lo que expuso el Ing. Limón. En su conferencia habló sobre lo que es la sustentabilidad y cómo es que debemos pensar en lograr un desarrollo sustentable en los países. También compartió datos y estadísticas sobre el cambio climático y cómo es que afecta al planeta y a nosotros los humanos que somos los mismos causantes.

Después habló un poco sobre el protocolo de Kyoto y sobre lo que se está haciendo en los diversos países para ponerlo en marcha. Con esto acompañó algunos consejos y soluciones para ahorrar energía y generar energía con fuentes renovables, lo cual es la solución a todo este problema; y en estas soluciones se puede utilizar la automatización de varias formas.

 

CONFERENCIA: DISEÑO AUTOMOTRIZ
IMPARTIDA POR: ING. VICENTE RIVERA

La realidad de la industria automotriz es México. Es la síntesis de lo expuesto por el Ing. Rivera. En la conferencia habló de la mecatrónica como una realidad y un futuro próspero. Exponiendo el enfoque de Ford hacia esta carrera el cual se dirige hacia la contratación de egresados de mecatrónica, ya que desea implementar toda su industria manufacturera en México, el egresado de la universidad Anáhuac del Sur, mencionó que la industria automotriz en México tendrá un "boom!" en el cual los mecatrónicos jugarán un rol importante.

 

TALLER: ROBÓTICA FASE BÁSICA
IMPARTIDA POR: ING. ADRIANA SANDOVAL

Utilizando pequeños robots alumnos de carrera mecatrónica tuvieron su primer contacto con la inteligencia artificia programable. Desde armar un circuito en una tarjeta de conexiones hasta programar un robot mantarraya que se movía de acuerdo a la luz que percibía.

Siguiendo los principios básicos de la programación en lenguaje C los asistentes pudieron programar en el lenguaje del robot de Microbotics. En esta fase básica se ve el funcionamiento de algunos elementos electrónicos tales como LED’s, fotoceldas, interruptores y como afectan estos el funcionamiento de un circuito completo.

 

TALLER: SOLDADURA
IMPARTIDA POR: ING. ANTONIO TORRE MARINA

Impartiendo en un principio una conferencia sobre los principios fundamentales de la soldadura el Ing. Torre Marina comenzó este taller. En esta conferencia habló sobre los diferentes tipos de soldadura, su utilización, su aplicación en las diversas industrias así como la importancia de su conocimiento en todo ingeniero mecatrónico. Además en esta plática mostró toda la teoría sobre como soldar en sus dos tipos principales de uso en la industria por gas y por electrodo.

Explicó de forma concisa como realizar un soldado con oxiacetileno y electrodo, además de los riesgos que se corren y las precauciones que se deben tener.

Por la tarde en el taller mecánico, el Ing. Torre Marina explicó de manera práctica como soldar con electrodo con soldadura común, mostrando sus complicaciones y riesgos. Después mostró las facilidades con las que se puede soldar con la soldadura SODEL, soldadura que él comercializa. Los alumnos asistentes tuvieron la oportunidad de soldar con este tipo de soldadura especial además de ver sus grandes ventajas de resistencia y durabilidad.

 


Por Dr. Maurice Levy

HUMOR 

Para el optimista, el vaso está medio lleno. Para el pesimista, el vaso esta medio vacío. Para el ingeniero, el vaso es el doble de grande de lo que debería ser.


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