Febrero 2007

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Por Dr. Enrique Garza Escalante

 
 

Estimados Lectores,

Entre las personas que hemos tenido la oportunidad de dirigir equipos de trabajo, existirán seguramente quienes coincidirán conmigo en que una paradoja interesante es que tanto lo más sencillo como lo más retante consiste en el trato con los miembros del equipo. Es decir, trabajar con personas es a la vez motivo de grandes satisfacciones y de grandes retos; sin embargo es para la gente y con la gente que debemos trabajar y esto lo debemos abrazar como parte de la vida misma.

Para los que fuimos entrenados en contextos más analíticos y en esquemas que premian la individualidad sobre el esfuerzo colectivo, el proceso de escuchar otras ideas y apreciar otros puntos de vista puede ser sorprendente a veces quizás desgastante (sobretodo si uno ya tenía una idea previamente trabajada de la acción a seguir), pero el escuchar se constituye en una oportunidad de aprendizaje acerca del ser humano y en oportunidad de mejora de cada quien, un proceso que de hecho nos aleja del egocentrismo, además de que en múltiples ocasiones presenta opciones a una problemática que no necesariamente habían sido vislumbradas.

La diversidad en formaciones, en intereses y en experiencias conjunta grandes oportunidades de innovación, pero para lograr los beneficios potenciales el punto de partida tiene un nombre: Confianza. Si no confiamos en nuestros colaboradores quizás podamos continuar operando, quizás inclusive podamos crecer, pero los frutos potenciales de integrar y aprovechar un grupo multidisciplinario siempre serán potencialmente mayores. Es en ese sentido que cada vez contamos con más materias que incluyen en su currículo el trabajo colaborativo, el trabajo en proyectos. Que este mes corto en días resulte ser grande en ideas y más grande aún en acciones.

Cualquier comentario, favor de hacerlo llegar a egarza@anahuac.mx

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Liderazgo Anáhuac

 

1. Las instalaciones del Centro de Alta Dirección en Ingeniería y Tecnología (CADIT) fueron la sede para la reunión que sostuvieron diversas autoridades de la Universidad Anáhuac y el Ing. José Manuel Álvarez, director general de OCC Mundial. La finalidad de este encuentro fue reflexionar acerca de las expectativas del sector empresarial mexicano sobre la enseñanza de la Ingeniería. El invitado comentó que durante 8 años la empresa que dirige ha apoyado a la Universidad Anáhuac en la promoción de ofertas de empleo para egresados por medio de su portal. Además, invitó a la Facultad de Ingeniería a obtener información privilegiada acerca de estadísticas y ofertas de empleo, nacionales e internacionales. A dicha reunión, promovida por la Lic. Adriana Hernández (Com., gen. '94), coordinadora del Plan de Comunicación de la Facultad de Ingeniería, asistieron el Mtro. Abelardo Somuano (Com., gen. '90), coordinador general de Posgrado y el Mtro. Salvador Escobar, de la Coordinación Nacional de Universidades; así como por la Facultad de Ingeniería, el Dr. Maurice Levy (Doctorado en Ing. Ind.: Planeación Estratégica en Ing. y Tecnología, gen. '97), coordinador de Promoción y Vinculación; la Mtra. Teresa Inestrillas, coordinadora de Área de Tecnologías de Información; y el Mtro. Guillermo Híjar (Ing. Mecánica, gen. '76), director del CADIT.

2. Como una de sus primeras acciones en 2007, el Dr. Enrique Garza, director de la Facultad de Ingeniería, anunció que en otoño se abrirá la Licenciatura en Ingeniería Química para la Dirección, cuyos pilares académicos recaerán en estudios sobre la energía y el desarrollo sustentable, así como en la dirección y la administración de los procesos. Así, el país se beneficiará con egresados de esa licenciatura en las industrias de la transformación y el uso más eficiente de la energía.

3. La Dra. Laura Cañez, profesora de Estrategias Tecnológicas en posgrados de Ingeniería, fue reconocida por el Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Actualmente, la Dra. Cañez labora en Jugos del Valle como gerente corporativo de Procesos de Negocio.

 

4. El Dr. Rafael Mirafuentes y el Ing. Francisco Herrera fueron galardonados por la Facultad de Ingeniería como mejores docentes en los grados académicos de Posgrado y de Licenciatura, respectivamente. La ceremonia de entrega de reconocimientos se realizó durante el Desayuno Semestral, el cual se organiza para todo el cuerpo docente de la Facultad de Ingeniería. Las autoridades de la Universidad Anáhuac que estuvieron presentes fueron el Dr. Cristian Nazer, director general académico, la Dra. Diana Galindo, directora de Desarrollo Académico e Investigación; el Dr. Enrique Garza, director de la Facultad de Ingeniería; y el Ing. Guillermo Híjar, director del CADIT.

 

 

 

5. La Lic. Adriana Hernández (Com., gen. '94), coordinadora administrativa del CADIT, en representación de la Facultad de Ingeniería, asistió a un recorrido por el Museo Nacional de Bellas Artes, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, para realizar una crítica de arte de Gabriel Orozco. El trabajo consistió en hacer una crónica de la visita y elaborar un comparativo sobre el magnetismo y el movimiento, así como su teatralidad como fenómeno cultural representados en la obra del pintor y escultor originario de Xalapa, Veracruz. Este ensayo subrayó el acercamiento de la ingeniería al arte y las humanidades.

6. Regina Ferrer y Lizbeth Aquino, alumnas de la Licenciatura en Ingeniería, decidieron fomentar el deporte en la Facultad de Ingeniería y demostrar la participación entusiasta de género en los deportes. Ellas participan en el equipo de futbol soccer femenil de la Universidad Anáhuac.

 

 

 

7. Con el objetivo de fomentar la investigación científica en el país, el Mtro. Guillermo Híjar, director de CADIT, invitó al Ing. Guillermo Barroso como ponente inaugural del Seminario de Investigación Anáhuac para impartir la conferencia "La investigación interdisciplinaria en el marco de la globalización". Además, donó el documental realizado por Al Gore titulado Una verdad inconveniente. De 1998 a 2006 fue presidente de Pronatura, organismo dedicado a acciones de conservación, y fue el encargado del proyecto de reintroducción de fauna en el país. Entre otros cargos cuenta con su desempeño en el Consejo Consultivo Público, donde estuvo a cargo de la asesoría en Cooperación Ambiental de Norte América y del apéndice del Tratado de Libre Comercio, en la misma materia.

8. La Mtra. Myrna Aguilar, alumna del Doctorado en Ingeniería Industrial, propuso a la Coordinación de Ingeniería Civil un proyecto de investigación permanente dirigido a alumnos de licenciatura y posgrado, cuyo objetivo será despertar la conciencia ambiental relacionada a residuos peligrosos, particularmente las pilas para cuidar que tras su recolección sean clasificadas y destinadas a un depósito adecuado.

 

 

 

9. El Ing. Gerardo Grisi (Ing. Ind., gen. '99) ha dado un gran paso en su desarrollo profesional, ya que fue nombrado director corporativo de Ventas de Grupo Grisi.

10. El Ing. Carlos Fernández González (Ing. Industrial, gen. '89), presidente de Grupo Modelo, fue reconocido por el World Economic Forum, organismo que emite cada año la lista de los líderes mundiales jóvenes que destacan en el sector empresarial mundial.

11. Dos ex directores y egresados de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Anáhuac encabezan el sector eléctrico del país: la Comisión Federal de Electricidad a cargo del Ing. Alfredo Elías Ayub (Ing. Civil, gen. '73) y la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, por el Ing. Jorge Gutiérrez Vera (Maestría en Sistemas de Ahorro de Energía, gen. '97). El Ing. Ayub ha sido desde 1999 director general de CFE. El Ing. Gutiérrez Vera se desempeñó hasta 2006 como director general de la empresa Sistemas de Energía Internacional, ubicada en Monterrey, Nuevo León. Cuenta además con el Premio Nacional de Ahorro de Energía otorgado por CFE.

 

 

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Por Dr. Gabriel Velasco

Envía tu solución o comentarios a la dirección del Dr. Gabriel Velasco Sotomayor: gvelasco@anahuac.mx con la leyenda de asunto "respuesta al reto intelectual"


Este mes presentamos a nuestros amables lectores dos retos sencillos, pero hay que pensar con cuidado. No se requieren de conocimientos matemáticos. Sólo algo de aritmética elemental de primaria.

Pregunta 1: El reloj de A está cinco minutos adelantado, pero él cree que está cinco minutos atrasado. el reloj de B está atrasado cinco minutos, pero él cree que está cinco minutos adelantado. Ambos piensan tomar el tren de las doce, que es muy puntual. ¿Quién llegará primero a la estación? Justifica tu respuesta mediante un argumento convincente.

Pregunta 2: Una mujer colecciona vajillas de cerámica china (de colección). Compró dos, pero al verse sin dinero tuvo que venderlas apuradamente. Las vendió en 6 mil pesos cada una. En uno ganó el 20% y en la otra perdió el 20%. ¿Ganó o perdió la mujer dinero en la operación? ¿Cuánto?

Respuestas en el próximo número. Suerte.

Respuesta del número anterior. Hay que cambiar de puerta. Si la concursante se queda con la puerta elegida inicialmente, tiene una probabilidad de 1/3 de ganar el auto, pero si cambia de puerta, su probabilidad se duplica (2/3). Puedes buscar más detalles en un buscador de internet (como Google) poniendo las palabras Monty Hall o dilema de Monty Hall (Esto realmente sucedió en 1991) en un programa televisado conducido por Montgomery Hall. Desde entonces se ha hecho famoso como Monty's dilemma. Sólo uno de los amables lectores que contestaron dio con la respuesta correcta, aunque su justificación no era la adecuada.

Envía tu solución o comentarios a la dirección del Dr. Gabriel Velasco Sotomayor: gvelasco@anahuac.mx con la leyenda de asunto "respuesta al reto intelectual"

 

 

 

 

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Por Mtro. Jerry Reider

Peripecias de la mecánica orbital:

Un reglamento de tránsito fuera de este mundo para los que gustan de andar en las nubes o, inclusive, más allá...

En el espacio suceden cosas muy curiosas y en ocasiones difíciles de explicar. Pero lo más llamativo está en que precisamente los que más deberían saber de estas cosas son aquellos quienes cometen las equivocaciones más incomprensibles y, a veces, costosas.

Allá por mediados del año 1965 la NASA se encontraba embarcada con el proyecto Géminis para cumplir cabalmente con la instrucción girada en mayo de 1961 por el entonces presidente John F. Kennedy. En tal directiva se estableció la condición consistente en llevar seres humanos a la Luna y regresarlos sanos y salvos a la Tierra antes del año 1970. Más que perseguir el sublime propósito del desarrollo científico, la idea era ganarle a los Soviéticos pues, al fin y al cabo, los años sesenta del siglo pasado se caracterizaron por el apogeo de la Guerra Fría. El caso es que, emulando a las misiones Vostok soviéticas, entre 1961 y 1963 los norteamericanos emprendieron el programa Mercurio, realizando seis lanzamientos de cápsulas con un sólo tripulante a bordo. Posteriormente, como preparación a las misiones lunares Apollo con tres tripulantes, entre 1964 y 1966 se llevaron a cabo las maniobras con las cápsulas Géminis de dos tripulantes. La competencia EUA - URSS hacia la Luna era reñida y prometía un final de fotografía. Bueno, a tal grado era la competencia que los viajeros norteamericanos al espacio eran designados como "astronautas", mientras que sus contrapartes soviéticos eran llamados "cosmonautas"; como si ambos no fueran la misma cosa.

En marzo de 1965 los dos tripulantes de una nave soviética se distinguieron con la primicia en cuanto a que uno de ellos efectuó la primera caminata espacial. El cosmonauta Alexei Leonov abrió la escotilla de su cápsula, y ataviado con un traje espacial unido a un cordón umbilical y, a su vez, éste sujeto a la nave, salió al vacío del espacio y flotó junto con su nave mientras describían un arco orbital a una altitud de casi 400 kilómetros sobre los Montes Urales. Claro está, como los norteamericanos no podían quedarse rezagados, en junio de 1965 enviaron la misión Géminis 4 con los oficiales James McDivitt y Edward H. White. Este último, quien se hubo desempeñado anteriormente como piloto de pruebas en el avión cohete X-15 y ya había experimentado previamente el ambiente espacial, también llevó a cabo su respectivo paseo extravehicular.

Empero, uno de los aspectos verdaderamente relevantes de estas misiones Géminis consistía en realizar diversas maniobras para el encuentro, acoplamiento y posterior desacoplamiento de dos vehículos distintos sobre una misma órbita. Inclusive, durante el transcurso de esta etapa del programa espacial se realizaron lanzamientos conjuntos y encuentros espaciales. Destacan los casos de las naves Géminis 6 y Géminis 7 las cuales protagonizaron literalmente una coreografía espacial en diciembre de 1965 a la vista de millones de televidentes. En la misión Géminis 11 de septiembre de 1966 se realizó un acoplamiento con la segunda sección de un cohete Atlas - Agena, lanzado por separado, para elevar la nave a una órbita con el triple de altitud que la original.

Pero, volvamos al contexto inicial. El caso es que, ya estando la nave Géminis 4 en órbita, los astronautas a bordo de la misma se percataron que, aproximadamente diez kilómetros hacia el oriente de ellos, también orbitaba la segunda sección del cohete Titan II que los impulsó hacia el espacio. Si tomamos en cuenta que las órbitas preferidas para este tipo de misiones son directas; es decir giran hacia el oriente en el mismo sentido que la rotación terrestre para aprovechar el impulso inicial suministrado por nuestro propio planeta, entonces podrá comprenderse que un objeto ubicado sobre la misma órbita pero más hacia el oriente se encuentra adelante. Así, para encontrarse con él es necesario alcanzarlo.

Pues bien, ya contando con la autorización del puesto central de control, los astronautas comenzaron a acelerar su nave pero, para frustración de todos, mientras más aceleraban más lejos parecía estar esa segunda etapa del Titan II. El comentario fue de sorpresa pero, visto en perspectiva, absurdo: "No lo podemos alcanzar pues va demasiado rápido". Finalmente y motivados por el riesgo de agotar el combustible requerido para las maniobras orbitales normales de la misión, los astronautas optaron por abandonar la persecución. Esta tipificación de absurdo se justifica plenamente toda vez que si ambos objetos viajan sobre la misma órbita entonces su velocidad es la misma; no se alejan entre sí. Además, ni los astronautas a bordo de la nave Géminis 4, ni los del puesto central de control; ¡vamos! ni siquiera toda la NASA en conjunto parecían haber merecido la calificación con la cual decían haber acreditado sus cursos de Física Elemental durante la Preparatoria.

Los textos de Física nos enseñan que cuando existe un campo gravitatorio de atracción hacia un punto central la energía potencial viene acompañada de un signo negativo[WI]. En este momento conviene aclarar que la energía potencial es aquella relacionada con una cierta masa ubicada a una determinada altura, tal que contiene el potencial de realizar un trabajo si se le deja caer. Esto del signo negativo se entiende mejor si se visualiza que una fuerza de atracción jala hacia abajo reduciendo la altura; abajo significa más cercano al centro de la Tierra. Inclusive, en estos mismos textos se define que cuando un objeto escapa a la atracción gravitacional, quedando libre en el espacio vacío, su energía potencial es cero. Todo se reduce a una cuestión de signos, valor referido al cero, así como las magnitudes involucradas. El verdadero reto consiste en poder explicar este tema de la Física de manera simple y accesible; en frijolitos como suele decirse comúnmente.

Veamos: Supóngase un planeta hipotético y, para hacerlo más fácil, sin atmósfera ni montañas, de modo que una nave puede orbitar a cualquier altitud sin verse afectada por el arrastre aerodinámico ni por el riesgo de chocar contra un objeto inesperado que se encuentre interpuesto en su camino. Entonces, si la nave se halla posicionada sobre una órbita, digamos, a 10 kilómetros sobre la superficie su energía potencial será de -50 (menos 50). Ahora bien, si los astronautas a bordo de esta nave oprimen el pedal del acelerador la nave adquiere energía adicional (en sentido positivo) de manera que su altitud aumenta a 15 kilómetros mientras que su energía potencial sube, digamos ahora, a -40 (menos 40). A todas luces es evidente que -40 es más positivo (mayor) que -50, pero tomando solamente la magnitud, sin el signo negativo, se tiene que 40 es más pequeño que 50. En otras palabras, mientras mayor sea la magnitud de la energía potencial más rápida será la velocidad orbital del objeto, pero menor será su energía potencial absoluta referida al cero. Quizá suene confuso pero la naturaleza tiene una multitud de ejemplos si tan sólo les dedicamos algo de tiempo a observarlos y valorarlos.

Quizá el más notable de todos sea nuestro Sistema Solar dentro del cual la Tierra es el tercer miembro. Desde la primaria nos enseñan que nuestro planeta se tarda un año en describir una vuelta completa alrededor del Sol, mientras que Mercurio como el planeta más interior de todos sólo requiere de 88 días (el 24.11% del tiempo) para hacer lo mismo. Júpiter, ubicado 5.2 veces más lejos del Sol que la Tierra tarda casi 12 años en dar la misma vuelta y un "año" de Plutón, el planeta más lejano de todos, equivale a 248 años terrestres. Entonces, resulta difícil comprender como fue posible que la NASA y todos sus expertos se equivocaran así porque, para el año 1965 ya contaban con más de siete años de experiencia en estas cuestiones. Para entonces ya sabían que un satélite en órbita baja (180 a 300 kilómetros de altitud) tiene un período orbital de 88 minutos, otro satélite en órbita media (500 a 1000 kilómetros) se tarda algo más de dos horas y, llegando a los extremos, nuestra Luna a casi 400 mil kilómetros de distancia toma 29.3 días en hacer el mismo viaje. En conclusión, llegamos al primer artículo de nuestro reglamento de tránsito celeste: Las órbitas bajas son más rápidas. En el espacio no se puede rebasar por la izquierda o por la derecha sino que debe hacerse por abajo. El carril de alta está más cercano a la superficie terrestre. Claro está debemos tener mucho cuidado en no pretender apurarnos demasiado porque si bajamos tanto que entramos a las capas superiores de la atmósfera el enfrenón nos arruina la misión y quizá hasta la vida porque nuestra nave se destroza ante el tremendo esfuerzo al cual se ve sometida.

En síntesis, lo que nuestros inefables astronautas de la Géminis 4 debían haber hecho es frenar para alcanzar a su presa. Obviamente, los expertos de la NASA regresaron a sus clases de Física, hicieron su tarea y como buenos alumnos aplicados, estuvieron a tiempo para diseñar las maniobras orbitales de las misiones Apollo, mismas que terminaron siendo un éxito rotundo: Llegaron a la Luna, bajaron a su superficie y regresaron sanos y salvos.


[WI]: Wilson, J.D. (1996); Física; segunda edición; México: Prentice-Hall Hispanoamericana; ecuación (7.20) en página 231; sección 7.5: Ley de la Gravitación de Newton; ecuación (7.27) en página 237 y ejemplo 7.17: "Aplicación de los frenos para acelerar"; sección 7.6: Las leyes de Kepler y los satélites de la Tierra"; capitulo 7: Movimiento Circular y Gravitación.


 

 

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Por Dr. Maurice Levy

 

Para el optimista, el vaso esta medio lleno. Para el pesimista, el vaso esta medio vacío. Para el ingeniero, el vaso es el doble de grande de lo que debería ser.


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